
Estamos en el año 2010 después de Cristo, en Sabadell, un lugar de paso obligado de la antigua Vía Augusta donde casi todos los viajeros nos apetecía detenernos a descansar saboreando una jarra de mulsum … un vino bueno y reconfortante. Hoy, sin embargo, donde estaba la ruta más transitada está cosido de autopistas y hay una acogedora ciudad, al lado de aquel pueblecito llamado Barcino.
Que hago en Sabadell, en la Biblioteca del Vapor Badia, después de veinte siglos? Ego non id cognoscente. Quizás persigo mi reencarnación y la de todos los presentes allá del Hades. Presentamos la novela «El sueño de Tarraco», un libro de éxito de Xulio R. Trigo. Lo hacemos en medio de un auditorio entregado para que nos acoge la asociación cultural ARRAONA ROMANA. Son reconstruccionista que aman el tema hasta el punto de que en la sala hay algunos miembros de la Legio VIIII Hispana. Reconozco a Decimus Cornelio Cicero en la figura de nuestro anfitrión, el abogado Francisco Sánchez.
Cierro los ojos y la voz de la actriz Coia Valls – o quizás es la misma Livia Drusila? – Nos transporta en el tiempo mientras lee algunos episodios de la novela. Caramba, hace ganas de coger el libro y dejarse llevar por el «Sueño de Tarraco», lo que ya han hecho miles de lectores. Tu aún? Evocamos la presencia del ejército romano que pacificar los pueblos del norte de Iberia y el emperador Octavio Augusto que gobernó el mundo desde Tarraco.
Tarraco, cuánta escapado! Y pensar que ahora sólo somos candidatos a capital de veguería … Después escucho como quien no quiere la cosa, entre vestuarios. Y no salgo de mi asombro … una voz anónima comenta no sé qué del Amenabar y una película de la novel.la que hemos presentado. Xulio R. Trigo apresura a desmentir este extremo y me dice que de momento no ha concretado nada con nadie. Palabras sibilinas. Y, además, el frailecillo es mudo.
