«Nunca fue la nuestra lengua de imposición sinó de encuentro; a nadie se le obligó nunca a hablar en castellano: fueron los pueblos más diversos quienes hicieron suyos, por voluntad libérrima, el idioma de Cervantes.» Palabras del Rey Juan Carlos I, en abril de 2001, cree que le ha crecido la nariz?
Amigos del Fraret Mut os reproduzco un mail que he recibido:
«El pasado 3 de septiembre por la mañana yo, Ángeles Monera, y mi familia perdimos un vuelo en el aeropuerto de Girona en dirección a Alghero. El motivo es que nos atrevimos dirigirnos a los guardias civiles en catalán. La su actitud prepotente y de desprecio hacia la lengua y nuestra insistencia en que teníamos el derecho de usarla, supuso mi retención en las dependencias de la Guardia Civil dentro del aeropuerto. Allí, además de constatar que en el aeropuerto de Girona se debe poder hablar cualquier lengua menos la nuestra, fui interrogada sobre geografía y filología política, -Reconoce Vd. que Gerona está en España? -, -Reconoce Vd. que el español es la lengua oficial de España? – y cuando finalmente me dejaron ir, sin que hubiera firmado nada ni me hubieran informado en ningún momento que me denunciarían, el vuelo estaba cerrado y nos quedamos en tierra. tuvimos que pasar todo el día en el aeropuerto, comprar nuevos pasajes a un destino muy alejada de Alghero, la ciudad de Cagliari, en la otra punta de Cerdeña, pagar una noche de hotel -Fuimos llegar a las 11de la noche-, y alquilar un coche para desplazarnos a Alguer, donde teníamos reservada una habitación que también tuvimos que pagar. Al volver a casa, denunciarlo a algunos medios y en la Secretaría de Política Lingüística. Tal como respuesta a esto, he recibido una citación como acusada en un juicio que tendrá lugar el próximo lunes en Santa Coloma de Farners. Se trata de un juicio de faltas por «desordenes Públicos».
Lugar: Juzgado de Primera Instancia e Instrucción núm. 3 Ctra. Sant Hilari, s / n Sta. Coloma de Farners Fecha: 22 de Febrero de 2009 a las 10:45 horas.
Os agradeceremos que haga difusión de este caso para ayudar a que situaciones como esta, por desgracia todavía demasiado frecuentes, dejen de producirse. Gracias de antemano, Ángeles Monera «