oh-fortuna

Oh Fortuna,
como la luna
de estado variable,
siempre creciente
o decreciente;
oh vida detestable,
ahora la oprime
después cuida
con un juego, a la fuerza de la mente
a la pobreza
al poder
disuelve como un gel.

Suerte, inmensa
y vacía
eres tú, rueda inestable
manteniéndote enferma
la salud es vana
siempre se puede perder;
cubierta de sombras
y de velos
también a mí me luces;
ahora en el juego,
la espada desnuda
llevo por tu bajeza.

La suerte de la salud
y de la virtud
ahora me es contraria;
conduce
y lastra
siempre compulsiva.

En esta hora,
sin demora,
atar os las cintas con el corazón,
porque por la fortuna
derriba al fuerte,
llorad todos conmigo.

Fragmento Carmina Burana, traducción Miraculosa Miró