Thomas Friedman
EL futuro de Israel me preocupa más que nunca. El derrumbe de algunos pilares claves de la seguridad israelí (la paz con Egipto, la estabilidad de Siria y las buenas relaciones con Turquía y Jordania), sumado a que el gobierno actual es el más inepto diplomáticamente y el más incompetente en estrategia de la historia de Israel, ha conducido al país a una situación muy perillosa.Per embargo, el gobierno de EEUU también está harto de los dirigentes israelíes y al mismo tiempo es un rehén de su ineptitud, ya que el poderoso lobi pro israelí, ahora que se acercan las elecciones, puede hacer que el gobierno de EEUU tenga que defender a Israel a la ONU, a pesar de saber que Israel está aplicando una política equivocada tanto para sus propios intereses como para los de Estados Units.Israel no es responsable del derrocamiento del presidente egipcio Hosni Mubarak, ni de la revuelta en Siria, ni de la decisión de Turquía de buscar el liderazgo regional maltratando descaradamente Israel, ni de la fractura del movimiento nacional palestino entre Gaza y Cisjordania; de lo que el primer ministro de Israel, Bibi Netanyahu, es responsable es de no haber sido capaz de encarar todos estos hechos protegiendo los intereses israelíes a largo plazo.En efecto, Netanyahu tiene una estrategia: no hacer nada en relación con Turquía o palestina que comporte ir contra sus bases, flexibilizar su ideología o enfrentarse con su socio de coalición, el ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, representante de la extrema derecha.
Todo ello sin dejar de hacer llamadas a EEUU para que hagan detener el programa nuclear iraní y saquen Israel de todos los enredos, asegurándose de que el presidente Barack Obama no puede pedir ninguna contrapartida (como detener los asentamientos israelíes), movilizando los republicanos en el Congreso para ligar Obama de manos y pies, y animando a los líderes judíos a insinuar que Obama es hostil a Israel y está perdiendo el voto judío. Y, al mismo tiempo, ha conseguido que el lobi pro israelí sea contundente con cualquier miembro de la administración norteamericana o del Congreso (no sólo con Obama) que ose decir en voz alta que Bibi quizás ha cometido algunas equivocaciones. Quien dice, pues, que Netanyahu no tiene ninguna estrategia? «Años de esfuerzos diplomáticos para lograr que Israel sea un vecino aceptado en Oriente Próximo se han ido a pique con la expulsión de los embajadores israelíes de Ankara y El Cairo y la evacuación urgente del personal diplomático de Amman «, ha escrito Aluf Benn, del diario israelí Haaretz. «La región está rechazando el Estado judío, que se recluye cada vez tras unos muros fortificados, bajo una dirección que rechaza cualquier tipo de cambio, movimiento o reforma. […] Netanyahu ha mostrado una pasividad pertinaz ante los cambios drásticos que experimenta la región y ha permitido a los enemigos tomar la iniciativa y establecer el orden del día «.¿Qué podría haber hecho Israel? La Autoridad Nacional Palestina, que en los últimos cinco años ha dado pasos concretos en la creación de las instituciones y las fuerzas de seguridad de un estado en Cisjordania (de modo que, para Israel, la situación en la zona es más tranquilo · la que nunca), ha concluido: «nuestro proceso de creación del Estado no ha hecho que Israel detenga los asentamientos o se comprometa a disgregarse los, por lo tanto sólo estamos colaborando en la ocupación israelí. Dirigimos -nos en la ONU, hacemos que nos reconozcan como estado con las fronteras de 1967 y detenemos Israel de esta manera «. En vista de ello, Israel debería haber propuesto su propio plan de paz o debería haber utilizado la diplomacia para tratar de llegar a un acuerdo con la ONU que reafirmara el derecho tanto del pueblo palestino como del pueblo judío a tener un estado en la Palestina histórica y debería haber reanudado negociacions.Netanyahu no ha hecho nada de esto. Ahora EEUU hacen lo imposible para desactivar esta crisis, para no tener que vetar a la ONU una resolución a favor del Estado palestino, lo que podría ser desastrosa en el contexto de un mundo árabe que avanza hacia regímenes con más participación popular.Pel cuanto a Turquía, el equipo de Obama y los juristas de Netanyahu han trabajado incansablemente en las últimas dos semanas para resolver la crisis causada por la muerte, a manos de comandos israelíes, de civiles turcos integrantes de la flotilla de ayuda turca que en mayo de 2010 intentaba temerariamente llegar a Gaza. Turquía reclamaba una disculpa. Según un artículo exhaustivo del columnista israelí Nahum Barnea, del diario Yediot Aharonot, ambas bandas habrían acordado que los israelíes se disculpa, sólo por «errores operativos», y que los turcos aceptarían no hacer ninguna reclamación legal. Pero Bibi Netanyahu ha desautorizado su equipo y ha rechazado el trato, por orgullo nacional y por miedo a que Lieberman no lo use contra él. De modo que Turquía ha expulsado al embajador israelià.Pel cuanto a Egipto, la estabilidad en el país ha desaparecido y los futuros gobiernos egipcios estarán sometidos a una presión popular más fuerte en relación con Israel. Esto, en parte, es inevitable; sin embargo, ¿por qué no poner en marcha una estrategia para minimizar sus efectos, poniendo sobre la mesa un verdadero plan de paz? Comprendo muy bien el dilema estratégico de Israel y no me engaño en relación con sus enemigos; pero actualmente Israel está dejando todos sus amigos (y Obama es uno) sin argumentos para la defensa. Israel puede ponerse todos en contra o puede elegir no rendirse y suavizar estas tensiones con una oferta de paz que sea interpretable, para quien lo mire honestamente, como seria y que reduzca el aislamiento israelià.Malauradament, Israel en la actualidad no tiene el dirigente ni el gabinete adecuado para esta diplomacia sutil. Sólo podemos esperar que el pueblo israelí se dé cuenta, antes de que este gobierno hunda aún más Israel en el aislamiento internacional y arrastre los EEUU.